Capítulo 3 ~ Parte 1
Es extraño, ya lo sé, pero
en mi cabeza no dejaban de aparecer imágenes mías con Aaron Santos, caminando
por la escuela, llevándome flores, intentando de forma exagerada que yo le
correspondiera y dejara a mi novio. La respuesta siempre sería no, eso lo daba
por sentando. Quería andar por ahí, sonriendo con presunción, presumiendo ser
la única chica que escapó de sus garras y de la que se enamoró perdidamente.
Qué equivocada estaba.
Sigamos con nuestra historia,
aquél día hacía calor, la gente se bañaba en la fuente que está al final de la
avenida que lleva el mismo nombre de nuestra ciudad. A través del grupo de
personas que me rodeaba lo vi, con la mochila Nike cruzada y la gorra con la
visera detrás.
-Hola, ¿ese es tu perro? –me
saludó y atravesamos la calle hasta lo que yo llamo el obelisco, es una especie
de parque medio abandonado con una estructura blanca que pretende tener un
estilo romano.
-Ah, sí, se llama Dalí.
Nos sentamos en unos medios
círculos de piedra.
-¿Ya estabas en tu casa?
–pregunta
-Sí, por eso tardé un
poquito en llegar
-Tardaste un montón
Acaricia de vez en cuando a
Dalí y le avienta la pelota.
-Perro estúpido-Suelta.
-Oye, no le digas así.
-Es por Coraje el perro
cobarde, la estoy viendo en Netflix
Sonrío porque yo también la
he visto ahí.
-Esa caricatura es muy
bizarra.
No responde y la voz en mi
cabeza, irónica, cree que es porque no entiende lo que significa bizarro.
-¿Qué tal te fue en clase?-
le digo intentando hacer plática
-Me fue bien-saca un papel
de su mochila y se suena la nariz-estoy enfermo y tengo un montón de mocos
-Pensé que tu voz sonaba así
siempre- me río y Aaron se me queda mirando raro. Bueno, basta de bromas y
palabras difíciles.
-Estoy cansado, ¿te molesta
si me acuesto en tus piernas?
Dudo un momento, me parece
una especia de jugada. Hago mi bolsa a un lado y dejo que se recargue. Es como
si lo viera por primera vez.
Tiene los ojos de un café
muy claro, con una veta verdosa. Las mejillas cubiertas de dulces pecas. El sol
le da un tono rojizo a su cabello. No es sólo apuesto o simpático, es
guapísimo.
-¿Tu novio sabe que estoy
aquí?
-Eh… sí
-¿No te dice nada?
Echa sus brazos para atrás y
rodea con ellos mi cintura.
-No, sólo somos amigos.-
Deja de abrazarme.- ¿O no?
-Sí,
supongo que sí… por ahora.
Ese por ahora es el que me
hace un lío. Mi corazón late muy fuerte. Acaricio su cabello, enredo mis dedos
a pesar de que está demasiado corto. Su piel es suave, fresca. Dios, estoy
alucinada.
La verdad, ¡no sé que haces para escribir tan bien! A mí también me encanta escribir, y estoy pensando añadir una sección de estas en mi blog... ¿tú qué opinas?
ResponderEliminar¡Besos!
Holaa^^
ResponderEliminarJo escribes tan bien... me encanta!
Ya leí la respuesta a mi otro comentario... vale, eran mensajes de texto es verdad... es que a veces me pongo a escribir los comentarios a medida que voy leyendo porque si no después se me olvida... y no me di cuenta.
Sigue así ;)
Me encanta tu historia, espero que la sigas pronto.
Te recuerdo que puedes pasarte por la sección Textos de mi blog y publicar algo tuyo en una de las entradas.
Un besoo
Nos leemos
Ya tengo ganas de seguir leyendo >.<
ResponderEliminar¡Besos!
Hola! Que bien escribes, ya estoy viendo una futura escritora (y va en serio no por decirlo jajaj) la verdad que creo que tienes que nacer con ello. Me parece una entrada fantástica.
ResponderEliminarTe sigo, ¿Me sigues devuelta?
Obsesión por la lectura